
Cuida tu agua, cuida tu vida
Mapa del Agua en Santiago
Un efecto indeseado del agua dura es que “puede empeorar las características de las bebidas o de los alimentos preparados con ella; por ejemplo, se produce una capa en la superficie del café o del té, se pierde gran parte de las sustancias aromáticas de los alimentos y bebidas y muchos consumidores han reportado un sabor desagradable en aguas con durezas elevadas”, dice el ingeniero Marco Neira en su tesis de título. El toxicólogo de la Clínica Santa María Arturo Schonffeldt detalla que “cuando hay exceso de sarro en una olla los vegetales y legumbres no se van a cocer bien porque cambian los puntos de ebullición. Esto significa que van a quedar más duras o necesitan más tiempo de cocción”.
Para eliminar la dureza se usan equipos ablandadores de agua. “Se instalan en la entrada de la casa y los costos van entre 400 mil y 700 mil pesos. El equipo si está bien mantenido dura para siempre y la resina que está dentro hay que cambiarla cada cinco años”, dice Ivo Radic, de Vigaflow.
Aunque es un inversión grande, podría beneficiarlo si sufre problemas renales. Enrique Paris, presidente del Colegio Médico, cuenta que “con el carbonato de calcio no hay problema porque el organismo lo elimina, excepto si el paciente tiene una enfermedad renal de base y tenga una tendencia a formar cálculos. Ahí obviamente se podría acelerar o aumentar la formación de
cálculos".
T ome nota: esas cascaritas blancas que flotan en teteras y hervidores, el indeseado sarro, puede ser un indicador de que su presupuesto familiar se está encareciendo inadvertidamente. Este fenómeno, causado por lo que se llama agua dura, no daña la salud, pero sí acorta la vida útil de los electrodomésticos y afecta el bolsillo.
“Con el agua dura se pueden perder hasta 2/3 partes del detergente usado, y además de producirse un mayor desgaste de la ropa por la rugosidad de los tambores de las lavadoras, se producen manchas de cal en las vajillas, griferías y sanitarios”, dice en su memoria de título Marco Neira, ingeniero civil de la U. de Chile (“Dureza en aguas de consumo humano y uso industrial, impactos y medidas de mitigación. Estudio de caso: Chile”, de 2006).
El mal de los electrodomésticos: la dureza del agua es causada por la presencia de iones de calcio y magnesio tras la exposición que tuvo con rocas y sedimentos que contienen minerales y metales. Sin embargo, es el carbonato de calcio la causa principal de la dureza. No hay un límite o parámetro de sus niveles en el agua, ya que no está incluido en la norma chilena de agua potable. “Chile se basa en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la calidad de agua que se debe distribuir a la población. La misma OMS establece que no existe un valor guía, ya que se ha visto que la dureza no provoca problemas a la salud. Sí reconocen que hay alteraciones con los utensilios de la casa como por ejemplo la tetera, calefón e instalaciones domiciliarias”, explica el ingeniero bioquímico Christian Maurer, encargado de Calidad de Agua Potable de la Superintendencia de Servicios Sanitarios.
La OMS define como “agua dura” la que tenga sobre 120 partes por millón de carbonato de calcio. Sobre 180 es “extremadamente dura”. En la Región Metropolitana ninguna comuna se salva y Coyhaique tiene el agua más blanda del país, según cifras de la empresa Vigaflow, especializada en filtración y purificación.
¿Cómo se mide la dureza? Ivo Radic, gerente general de Vigaflow, detalla dos formas. “Hay un sistema colorimétrico muy simple: se echan unas tabletas a la muestra, se agregan unas gotas de un producto químico y dependiendo de la cantidad de carbonatos que haya cambia de color. Ese es el método cualitativo. Ahora, la mayoría de los análisis que tenemos se sacaron de análisis de absorción atómica de laboratorios certificados (acreditados por el Instituto Nacional de Normalización), es decir, se mide el contenido exacto de calcio y magnesio en la muestra de agua y luego, a partir de una conversión, se estima el contenido de calcio y magnesio como carbonato de calcio. Es una fórmula”.
Uno a uno, cómo se dañan artefactos y cañerías: los electrodomésticos más afectados son los que usan agua caliente (el calor produce la precipitación de las sales). Radic comenta que “no se puede poner una regla general, porque las aguas son distintas en todas partes” pero sí dice que “cuando hay agua blanda no hay problema con los electrodomésticos, así de simple. Con agua dura sí, pero el efecto más grande de la dureza tiene que ver sobre los costos de energía principalmente, más allá del cambio de los artefactos que tengas que hacer cada cierto tiempo. En base a nuestra experiencia, cuando empezamos a ver problemas severos, tangibles, es sobre 300 partes por millón”. Sobre esa medida ocurren los siguientes daños:
Hervidor : ya no calienta tan rápido porque se produce una capa aislante, hay corrosión entre el metal y la capa de sarro y el agua se llena de sedimentos. Póngalo a hervir con vinagre y agua.
Lavadora : se calcifica la resistencia, una pieza que calienta el agua, que se rompe o se funde. Un gásfiter debe limpiarla o cambiarla. Y “afecta la capacidad de espumar del detergente: con más dureza más detergente tienes que usar. Cuando una toalla fue lavada con agua dura al secarse al sol hay un nuevo golpe de temperatura, se generan cristales y queda dura como lija”, dice Radic.
Lavavajilla: muchos ya vienen con ablandadores de agua. A los que no lo traen hay que agregarles sal, pero tienen serios problemas con la resistencia y duran menos. Vasos y copas, en especial, hay que repasarlos con un paño para sacarle las aureolas, que son cristales de calcio y magnesio incrustados.
Calefón: se tapan las paredes del serpentín (cámara de cobre por donde entra agua fría y sale caliente; también está en termos y calderas). Esa aislación aumenta el gasto energético. “Está estimado que con cada milímetro de incrustación que se forma de sarro pierdes un 16 por ciento de capacidad térmica”, dice Radic.
Cañerías y baño: “He visto casas que tienen 1.000 ppm de dureza donde se tapan las cañerías, hay que cambiarlas. Los monomandos comienzan a filtrar porque se empiezan a incrustar. Las válvulas semiautomáticas, como las típicas de baño público que tienen temporizador, se quedan pegadas”, añade Radic. El sarro también complica la taza de baño: los flotadores duran menos, las gomas pierden flexibilidad y no sellan bien, y se corroen las partes metálicas.
Si desea saber más sobre la calidad del agua en Chile visite este link: https://www.siss.gob.cl/577/w3-article-3815.html#i__w3_ar_EidoxCuerpo_1_3815_Agua20Dura
“Está estimado que con cada milímetro de incrustación que se forma de sarro pierdes un 16 por ciento de capacidad térmica”
Ivo Radic, gerente de Vigaflow
Fuente: LUN